Hay una historia de dos primos, escondida detrás de un vino…
Esta vez no voy a explicar nada más. Simplemente os dejo que lo descubráis así:
Reflexiones III: Sangenis i Vaque
María Sangenís es enóloga e hija de Pere Sangenís y Conxita Vaqué.
Todos ellos, junto con Nuria, su hermana, trabajan actualmente en la bodega familiar Sangenís i Vaqué, ubicada en pleno corazón de Porrera.
Este fin de semana, Pablo Estevez vino a conocer el Priorat, y María, nos hizo un pequeño tour por su bodega la cual, nos explicaba, se formó por la unión de sus dos familias (materna y paterna) Su familia paterna aportó el viñedo mientras que el legado de la materna fue el edificio (que actualmente, ha crecido en altura, al no poderlo hacer de ningún otro modo).
En Sangenís i Vaqué prevalece lo tradicional inculcado por Pere y que ha sido durante los años la esencia de la bodega familiar, pero ya con aportes más frescos y modernos provenientes de la mano de Nuria y María. Es esto lo que hace que la pequeña bodega así como sus vinos, guarden ese encanto tan especial que poseen.
La bodega es sencilla pero funcional, como explicaba María, su padre (“un manitas” como ella misma le define) la diseñó de la forma más práctica para que pudieran trabajar de la forma más cómoda y fácil, él y tres mujeres.
El lema de Sangenís i Vaqué es: La mínima producción con un máximo de calidad
Aquí dejo mis “reflexiones” de una tarde en su compañía
Ramón do Casar
La Treixadura que Pablo trajo bajo el brazo.
Siempre es un honor para mí descubrir nuevos vinos, más, si detrás de esos vinos se esconden grandes historias. Y más, si estas historias me son relatadas a través de la voz y experiencia de grandes personas.
La historia de Ramón do Casar, que me llegó de la mano de Pablo Estévez, a quien también tuve el honor de conocer “por fin” personalmente este fin de semana; es, como muchas, una historia de carácter y de personalidad, como la que Pablo confiere a esta Treixadura, un pequeño reto para la bodega que asesora, y la cual posee un aroma y tipicidad sin precedentes.
La Historia comienza en 1955, cuando Ramón emigra a Venezuela en busca de un sueño, fue este viaje en tiempos difíciles, lo que le permitió ir adquiriendo las pequeñas fincas que ahora posee en la parroquia de San Salvador, perteneciente a su municipio Castrelo de Miño en el Ribeiro, que durante un tiempo permanecieron en barbecho, hasta convertirse un par de décadas después, en las viñas de Ramón do Casar
Ayer Pablo, nos presentaba el Ramón do Casar “Treixadura”, y de la mano del vino, nos explicaba la historia de Ramón, mostrándonos la botella, en cuya etiqueta aparecen las tres clases sociales de los años 50, “el pobre, el rico y el párroco”.
En la contra etiqueta aparece la réplica que la mujer de Ramón, le hace contestando a la carta que el mismo le envía desde Venezuela una vez que está allí.
Amado esposo, doy gracias a Dios por tu feliz Llegada. Aquí estamos todos muy bien, aunque te extrañamos y estamos deseando verte pronto Un Beso: Annita
Pero es que hay más, me decía, porque Ramón do Casar elabora dos vinos, su predecesor es el Ramón do Casar (que es un coupage de treixadura, godello y albariño), un vino muy fresco y aromático también. Este tiene en la contra etiqueta, la carta original que Ramón le envió a su mujer cuando estaba allí… (Romanticismo en esencia pura).
Además la etiqueta de la botella de Ramón do Casar es la foto de portada del libro “Os Adeuses” publicado en 2010 por el Consello da Cultura Galega de La Xunta de Galicia. es de Alberto Martí, que fue, reportero gráfico de La Voz de Galicia. Y documentó como nadie la emigración gallega de los años 40, 50 y 60, inmortalizando escenas que son objeto de numerosas exposiciones nacionales e internacionales.
¿Y ahora a quien no le dan ganas de probar también este vino? Así me quedé yo, después de probar una magnifica treixadura del Ribeiro…., con inmensas ganas de probar también un fabuloso coupage, y sobre todo, seamos sinceros, con ganas de leer la carta que Ramón le envía a Antonia desde Venezuela que aparece en la contra etiqueta!…
La Valenta
La historia de La Valenta no solo es la historia de un vino,
La historia de la Valenta se convierte en un homenaje hecho con todo el amor del mundo a una mujer, que igual que muchas otras se quedaron en el camino durante la lucha contra un cáncer.
La Valenta, representa la valentía con la que esta mujer se enfrenta a su destino y sus elaboradores, los propietarios de la Bodega Pere Olivella i Galimany , deciden homenajear así a su «Valenta», y a todas las mujeres valientes y anónimas del mundo que están pasando por una situación similar, donando los beneficios de su venta a la fundación Josep Carreras para la lucha contra la leucemia.
Hoy Pere Olivella, me contaba así la historia. Y lleno de emoción me transmitía las palabras que le dedicó a su suegra tras su despedida.
…Enllà vora les estrelles, en braços del teu àngel , sense decidir-ho vas emprendre un llarg viatge….
Tu que lluitat fins al final has vençut la por…
Tu que has tocat el cel amb les mans i has vist els teus somnis passar…
Tu que ens dones força per continuar endavant….
Per tu Valenta….
Allá junto a las estrellas, en brazos de tu angel, sin decidirlo emprendiste un largo viaje.
Tú que luchando hasta el final has vencido el miedo…
Tú que has tocado el cielo con las manos y has visto tus sueños pasar…
Tú que nos das fuerzas para continuar adelante…
Para ti Valiente.
Hoy, esas palabras, figuran impresas en el lateral de la caja. Y a mí su historia, me ha llegado especialmente al corazón.
Mi apoyo y admiración desde aquí a todas las mujeres valientes y también a todos los hombres, que luchan cada día contra una guerra como es el cáncer…
Reflexiones II: La Vinicola del Priorat
Sandra E.M es enóloga en la Vinicola del Priorat.
Y ayer subíó a Imma a la Pasarela, y le enseñó el romanticismo, el esfuerzo y el duro trabajo de la gente que vive del mundo del vino en el Pequeño Priorat.
Y estas son, “mis Reflexiones” a su lado ….
La Ermita
A lo alto en las montañas, justo en la carretera que va de Gratallops a La Vilella Baixa.
Se aprecia Una Ermita.
– “Esa es La Ermita” – siempre se dice cuando alguien que conoce el mundo del vino llega por primera vez al Priorat.
Y, automáticamente se piensa en el vino que Álvaro Palacios elabora con las uvas que provienen exclusivamente del viñedo en coster que rodea la pequeña ermita enclavada allí.
Pero cuando dices a alguien ajeno al mundo del vino, como puedes ser tú… que le vas a llevar hasta aquella ermita de la montaña, tambien conocida como «De la Consolació» habitada por una sola monja, desde donde se contemplan unas vistas espectaculares de los alrededores, de la sierra del Montsant, de los viñedos característicos de la zona situados en “Costers”, así como los viñedos plantados en terrazas….Cuando subes por unos caminos un poco/bastante escarpados….Y, cuándo después te sientas sobre el muro de Licorella que rodea un pequeño viñedo encabezado de rosales, y respiras en calma y silencio el aire limpio que envuelve el lugar, cuando te impregnas de paz y tranquilidad… y empiezas a envolverte con el ambiente…Es genial observar la reacción de la persona que tienes alrededor, que acaba de llegar y descubrir el lugar y compararla con tu propia apreciación.
– Que sitio tan bonito… Pero … Vaya Pendiente!…. ¿Cómo alguien puede vendimiar aquí?
Es entonces cuando le explicas, que la Ermita, a parte de la Ermita de La Consolación, de Gratallops. Es el nombre de uno de los vinos más caros de Cataluña, y que es elaborado con cada una de las uvas que ha producido ese viñedo sobre el que estamos.
Cuyas cepas, por el lugar en el que se encuentran, resultan de una calidad totalmente increíble.
Y debido a la calidad y a la dificultad del trabajo que conlleva trabajarlas, ha resultado uno de los vinos de mas prestigo españoles, llamado «La Ermita». Que comparte nombre y lugar con la pequeña ermita allí enclavada.
Hoy, después de tanto tiempo pasando por aquella carretera, y ver siempre la ermita allá arriba desde el coche. He subido por primera vez allí con dos grandes amigas… Y hemos podido disfrutar y apreciar, algunas con los ojos del que mira y descubre por primera vez, de los encantos del lugar… que a su vez nos ha dejado a nosotras Encantadas.
Sang de Corb
Lo que mas me gusta cuando voy a una bodega, es que me cuenten las historias, los porqués del nacimiento de muchos vinos, que esconden leyendas, lugares, historias, contiendas y personajes; siendo muchas veces estas pequeñas anécdotas, las que le confieren un carácter único y personal.
Este es el caso del vino Sang de Corb.
Hace un par de Semanas fui a visitar el Celler Frisach, un pequeño celler, que Francesc ha creado en Corbera de Ebre.
Me encantó la pasión con la que me hablaba de todos y cada uno de los vinos que él elabora. Pero sobre todo me tocó especialmente, la historia del Sang de Corb.
Hace poco visitaba el pueblo viejo de Corbera, y como había quedado tras los bombardeos que sufrió durante la Batalla del Ebro. Me pareció impactante…
Por tanto se me quedó grabado como a fuego, y me pareció totalmente fantástico escuchar como Francesc había puesto al vino Sang de Corb (refiriendose a los Corbs – “Cuervos”, como los paisanos de Corbera) en homenaje a toda esa gente que había cultivado un viñedo (que posiblemente ahora tendría mas de 75 años) y que había sido testigo en primera persona de aquellos bombardeos, y posiblemente fuera salpicado por toda la sangre inocente que allí fuera derramada….
Sang de Corb (lo vi fa sang)
Aun no lo he probado; espero hacerlo en alguna ocasión especial, pero solo el hecho de que alguien haya hecho un homenaje tan bonito a la gente de su tierra, y a su reciente historia “la batalla del Ebro” (en su ahora 75 aniversario), me pareció algo digno de Contar
Las Cepas también Lloran
Una de las fases que mas me gusta del viñedo, es el Lloro.
El Lloro, suele darse sobre marzo, al inicio de la primavera, cuando el ciclo vegetativo de la planta vuelve a iniciarse (después de una gran época de reposo invernal), y el agua comienza a brotar a modo de lágrimas por las heridas de poda y es como un grito a la vida.
Hay una canción del grupo La habitación roja llamada En busca del tiempo perdido que dice:
«Mira a tu alrededor,
lo que parece muerto sobrevivirá
y volverá a brotar.
Sentirás primaveras en tu piel,
te esperaré como la primera vez»
Cuando fotografíaba «el Lloro», no podía dejar de tararearla: porque al fin y al cabo la vida es eso, es el volver a florecer, el volver a resurgir, aunque todo parezca que esté ya muerto….
Y para mi todo esto es mágico, y por eso me gusta tanto este momento de la viña…
Y bueno hay otra canción que también me viene continuamente a la mente… estos días y en estas fechas, es Llorona de Depedro …porque en parte, yo soy una llorona… igual que las Viñas…. 🙂
Las Catedrales del Vino
Creo que la primera vez que oí hablar de Gaudí… fue amor a primera vista…
Y también afirmo que la primera vez que visité Barcelona… este amor se convirtió en admiración.
Aún paseo por el parque Guell encandilada, y miro con la boca abierta la casa de la Pedrera o me siento afortunada al pasar por delante de la sagrada familia y ser testigo en primera persona de la construcción de una auténtica catedral.
Lo reconozco, me gusta el modernismo en la arquitectura, y me encanta Gaudí (y todo su legado), y por consiguiente me encanta el modernismo catalán…
Por eso para mi, fue totalmente impactante, y mas trabajando en el mundo de la enología, descubrir las “Catedrales del Vino”
Para los que no lo sepáis, En Cataluña existen alrededor de 50 impresionantes cooperativas modernistas que fueron construidas para usos agrícolas durante el primer tercio del siglo XX por diversos arquitectos, pero, especialmente por Cèsar Martinell i Brunet (discípulo de Gaudí) y Pere Domènech i Roure y debido a su magnificencia, son conocidos como Catedrales del Vino.
Puedo decir, que he trabajado en dos de esas Catedrales una de ellas fue la de L’Espluga de Francolí (de Pere Doménech) y la otra fue la Cooperativa de Gandesa (de César Martinell), a la que hoy por hoy considero mi favorita.
Pero lo curioso es que en ambas me quedé fascinada, no por su belleza en si, si no porque son edificios que fueron pensados para trabajar hace un siglo, y a día de hoy cumplen totalmente su funcionalidad… (y eso es lo que te hace admirar mucho más el trabajo de aquellos hombres, a los que yo considero verdaderos genios).
Hace poco en una exposición de Caixa Forum Tarragona sobre estas cooperativas había citado lo siguiente:
Un edificio debe rendirse a aquello para lo que ha sido construido. En palabras de Gaudí, «la arquitectura no debe poner trampas». En la mayoria de bodegas modernistas, no hay nada gratuito
Fue algo que me dio mucho que pensar, y con lo que estoy totalmente de acuerdo.
Por eso, os animo a todos, a los que os guste la arquitectura y/o el modernismo, a los amantes del vino, o a los amantes de la belleza en sí. Que os adentréis por los pueblecitos catalanes y descubráis estas pequeñas joyas que tanto ayudaron a Cataluña en un período de gran depresión económica a impulsar su economía mediante el cooperativismo y la industralización… (pero eso es otra historia, que a mi ya no me corresponde contar…)
Conociendo Requena y su feria del embutido…
Este fin de semana se ha celebrado en Requena, su famosa muestra de embutido.
XXI muestra de Embutido y de Calidad de Requena
Porque para los que no lo sabiais, al igual que me pasó a mi… Requena cuenta con unos magnificos embutidos con una marca de calidad regulada por el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida «Embutido de Requena»
Desde que conocí a Lorena, hemos estado buscando un momento, para organizar una visita a su pueblo, y que me adentrara en la D.O Utiel y Requena, y poder probar junto a ella sus vinos (allí es tipica la variedad Bobal) y también sus cavas, cada día mas en auge.
Requena pertenece a la D.O Cava, y he de admitir que sus cavas, no dejan nada que envidiar a los mejores del Penedés…Hasta los elaborados de forma mas artesanal en casa, como en el caso de los de mi amiga… ya empiezan a tener partitura propia….
Así que aprovechando que este fin de semana, era la fiesta del Embutido, decidimos que sería el idoneo, para descubrir la región en todo su apogeo.
La Valoración del Fin de semana, ha sido sencillamente Maravillosa:
Me ha encantado probar tanto el Cava Requenense, como su Macabeo con Notas de Souvignon Blanc.
Y Sobre todo me ha fascinado poder Maridar el Bobal, con el Bollo de Requena y con otros Platos típicos totalmente nuevos para mi, como el Ajoarriero, Mortezuelo, Perro (morcilla seca), Migas y unas magnificas Butifarras y Sobrasadas!!
De la D.O…, me quedo con la humildad de los pueblos, con el rojizo arcilloso del Terruño, con las viejas bodegas descascarilladas contrastadas con alguna joya modernista, como Torre de Oria o Finca Casa Nueva… con antiguas historias de la época de la Seda a sus espaldas, y ahora en continuos cambios de propietarios debido a la Crisis…
Requena va a quedar en mi mente como el pueblo de las Anfóras por Doquier, de las cuevas Subterráneas dónde a veces encuentras grandes joyas escondidas (que posiblemente lleguen a datar de época de los Iberos). El pueblo del Castillo y del casco antiguo que nadie vino a restaurar, y que a pesar de todo, siguen imbatibles, aguantando el paso de los años y dándo al pueblo su aspecto de Noble Villa.
En Requena, se come y se bebe muy bien… (demasiado diría yo!)
Y la gente es tan fácil de querer que te llega a sorprender…
Otra de las D.O que, siendo para mi gusto de las mas potenciales… sigue viviendo en un total anonimato!
Y una D.O que os invito a descubrir!!!
Gracias Lorena, Por Brindarme con este fantástico fin de semana.
"Descubrimientos DiVinoS" 
