Bodegas Don Sancho de Londoño: El sueño de Monchi

El puente de los santos conocimos a Jose Ramón Díaz «Monchi». Un hombre que una vez tuvo un sueño, que en el 2004 vió realizado en forma de Bodega, las Bodegas Sancho Londoño.
Con una gran ilusión y muchísimas ganas, nos enseñó todo lo que hace y cómo lo hace.

Da gusto que te reciban a primera hora en el bar de Hormilla, pueblecito donde se encuentran las bodegas Don Sancho de Londoño, y tras un fabuloso almuerzo de tenedor y cuchillo, te lleven a hacer una ruta por los viñedos de la fantástica Sierra de la Demanda.

Destacables fueron las viñas de Garnacha blanca vieja, desconocidas para mi, y tan acostumbrada a las de la Terra Alta, que me sorprendieron por su complejidad aromática y estructura, que maridaban a la maravilla con el Viura riojano.

También admirable el poder observar como había ido plantando en zonas de mayor altitud, que ahora con el cambio climático producían vinos mucho mas frescos, y su gran capacidad para ir salvando clones originarios de Tempranillo riojano (que en muchos casos habían ido desapareciendo).

Tras la visita al campo volvimos a las instalaciones. La bodega, ubicada a la entrada del pueblecito de Hormilla es una pequeña maravilla, construida y trabajada  por Monchi y sus dos hijos, desde el primer ladrillo hasta el ultimo depósito.

La forma de elaborar, así como los viñedos, te sorprenden muchas veces al ver que son conducidos (fabricados en el caso de los depósitos) desde los ojos y el conocimiento de un hombre que siempre se dedicó a la tierra y que también supo ver siempre más allá.

El resultado unos vinos excelentes, en un lugar privilegiado, con unos anfitriones fantásticos. Que además, nos invitaron a comer en la bodega unas estupendas patatas a la riojana para chuparse los dedos.

 

Muchas gracias Monchi y familia por un día tan interesante y especial.

 

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