Reflexiones IV – Celler Batea

Una cosa que me encanta hacer es probar barricas, y ver como las diferentes maderas se han integrado en el vino, aportando sus diferentes aromas (unas mas avainilladas, otras balsámicas, los cafes, frutos secos…)

Estos días he estado haciendo coupages en el Celler Batea con Luis Marin, y Judith Folch, dos figuras muy importantes enológicamente para mi, grandes profesionales y mejores personas.

Con ellos aprendí a trabajar en la Terra Alta (a descubrir sus tesoros, admirar a su gente, apostar por su extraordinario potencial) , y con ellos también descubrí mi amor por la garnatxa blanca.

Y aquí están mis «Reflexiones» de hoy.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Deja un comentario